La noche se resume en un beso. Espacio disponible, que absorbe y deglute el calor que de ti emana. Beso tus sienes hirvientes, vivientes por donde el sol parece exceder.
Sostienes tu escalofrío con el peso requerido de uno y otro lado. No deseas apagarlo y en el goce de un calor friolento despiertas tus piernas para acomodar tu vestido que se trasluce como estrellas nocturnas que deslumbran el día…
Sostienes tu escalofrío con el peso requerido de uno y otro lado. No deseas apagarlo y en el goce de un calor friolento despiertas tus piernas para acomodar tu vestido que se trasluce como estrellas nocturnas que deslumbran el día…
Ernesto
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