jueves, 4 de enero de 2007

Sandy

Las hojas que escriben mi nombre desde sus labios productores resuenan en mí, en mí y en mi mente que al fin y al cabo somos uno mismo. Suenan en la memoria que construyo al lado suyo de mí. Y es que hoy hablo de mí desde usted, y hoy hablo de usted desde mí.

Miro las imágenes nuestras en la oscuridad de la luz, en el sonido de nuestros silencios, en el empeño de nuestro trato. La oscuridad de nuestros cuerpos desnudos iluminados por esa propia luz, luz humana, emana de dos cuerpos que se sienten y se saben, luz enardeciente, naciente, gustosa de uno al lado suyo.

Y después de hoy viene el mañana, importándome siempre el hoy.

Y entonces dormí sintiendo su cuerpo en mis manos que tocan sus senos, su vientre que muerdo en la noche de dos, en la noche de sus piernas abrazándome en la profundidad de su boca, boca que pronuncia mi nombre que descansa en lo mojado de nuestras lenguas.

Acaricio tu pelo que suena con el viento de mi voz, y dibujo su cuerpo en mis manos, repasando sus lunares, uno a uno, diez a diez, constelaciones que guían un camino fructífero de mi bogar, hasta llegar a sus piernas duras como dos ojos en los que caigo y tu me ayudas a continuar cayendo. Y ahora somos la unión atrapada de los azares, yo dentro de ti, tú dentro de mí, formando páginas escritas por nuestros cuerpos versados, rescribiendo y deslizando mi dedo de izquierda a derecha y viceversa para crear palíndromes, mes con mes, día a día, noche a hoy, justito así, viviendo mi hoy a su lado, su lado a mí hoy…

Le adoro desde las comisuras de lo inconmensurable.

Ernesto

1 comentario:

Unknown dijo...

Ernesto:
Mi hombre de nombres y hombres, usted sabe como me in-flamo con cada una de sus palabras escritas con sus crayones sobre mi papiro...Ernesto cada una de sus letras y cada una de las partes de su ser está en mi, es en mi y me hace ser, como agradecerte sin agradecer toda la dicha que me has dado? que me has vuelto a ser...